Álvaro Rubio, sinónimo de profesionalidad
Hay muchas clases de jugadores: los que tienen calidad, los buenos, los malos, los vagos, los luchadores… Y luego están los comprometidos. De estos últimos hay un jugador que destaca por encima del resto. Su nombre es Álvaro Rubio. Ese jugador que, partido tras partido, temporada tras temporada, da clases de cómo encajar una suplencia: siempre con una sonrisa, con buenas palabras hacia sus compañeros, sin un mal gesto.
Hace no mucho, parte de la afición criticaba a Mendilibar por confiar tanto en Álvaro. Incluso fue pitado en varias ocasiones, hasta que se lesionó. Ahí se dieron cuenta de lo necesario que era para el Real Valladolid. Sin él, el equipo no tenía equilibrio. A partir de aquí, la mayoría abrió los ojos y hoy en día Álvaro Rubio es uno de los jugadores más queridos del vestuario blanquivioleta.
Tras varias jornadas en el banquillo, el mediocentro blanquivioleta volvió a la titularidad en Elche. Aún llevando varios partidos sin jugar de titular, no demostró falta de ritmo, sino todo lo contrario. Álvaro Rubio fue el director perfecto del juego blanquivioleta. El domingo frente al Almería repitió titularidad por méritos propios y parece que va consagrándose como titular en el mediocentro del cuadro vallisoletano.
Álvaro Rubio no es solo un jugador fundamental en el ámbito futbolístico, también es básico dentro del vestuario, ya que, es uno de los capitanes y, juegue o no, el número 18 del Real Valladolid siempre será un pilar fundamental en el equipo. Porque, sin ninguna duda, Álvaro Rubio Robres es un jugador único, tanto dentro como fuera del campo.
Raquel González
Categoría: Liga Adelante, Real Valladolid
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