La joya de Italia, Stephan El Shaarawy

De todas las jóvenes promesas que han aparecido en esta última temporada en Europa, y más concretamente en Italia, "el Faraón" es  la que más ha brillado. Hijo de un egipcio, con doble nacionalidad (venezolano), Stephan nació al noroeste de Italia, cerca de Génova. Debutó como profesional, con tan solo 17 años, en el CFC Genoa. Nunca se consolidó en el equipo rossoblú y con 18 años fue cedido a un equipo veneciano, situado al noreste de Italia, el Calcio Padova. Ahí empezó a mostrar maneras y llegó a jugar 30 partidos anotando 9 goles, quedaron quintos en Serie B y perdieron la final del play-off de ascenso a Serie A. El Milan, con mucho acierto por parte de Galliani, le fichó la siguiente temporada pagando 10 millones de euros a Enrico Preziosi, dueño del Genoa desde 2003. Llegó a Milán y todos los focos le apuntaban, la cantidad que se pago por él parecía exagerada y El Shaarawy tenía que demostrar que valía cada euro que había desembolsado Berlusconi por él.

Su primera temporada en el Milan (2011/2012) la pasó luchando por la titularidad, sin llegar nunca a consolidarse. Jugó 11 partidos de inicio y otros 17 saliendo del banco. Allegri le situó sobretodo en la banda izquierda, entrando como un puñal con diagonales hacia el punto de penalty. En su primera temporada como rossonero anotó 4 goles en 28 partidos, quedaron segundos en Serie A por detrás de la Juventus y El Shaarawy fue enseñándonos sus cualidades. Rindió mucho más a pierna cambiada y mejor en una línea de 3 mediapuntas. Cuando hubo que ponerse el mono de trabajo lo hizo, fue muy intenso en su juego y eléctrico en los desmarques. Tiene gran visión de juego y facilidad para tomar la mejor decisión en cuestión de segundos.

Llegó la temporada 2012/13 y con ella una de las peores crisis económicas de los rossoneri en décadas. Se vendió a Ibra y a Thiago Silva al PSG, los refuerzos que llegaron no daban la talla y las derrotas en liga iniciaron también una crisis deportiva. Entonces El Shaarawy se echó a la espalda, con sólo 20 años, a un equipo histórico como el AC Milan, algo que ha asombrado al mundo del fútbol. Sólo llevamos 4 meses de competición y el Faraón ha sacado a relucir dos nuevas cualidades: la primera es su faceta goleadora, desde la banda izquierda o jugando como falso 9. Se ha adaptado de maravilla a esa nueva posición cuando no jugaban ni Pazzini ni Bojan; la segunda es su liderazgo, aunque está Ambrosini, él parece ser el capitán, parece que lleva años vistiendo la camiseta rossonera. Da órdenes, ánimos, dirige al equipo y en los momentos difíciles saca las cosas adelante. Ha ayudado bastante a que el equipo, con una plantilla tan pobre, se clasifique para octavos de la Champions League (jugarán contra el FC Barcelona). En liga van séptimos a 17 puntos del líder, la Juve, y a 8 puntos del tercero (Fiorentina) puesto que da acceso a la Champions League. Es una situación horrorosa, pero el Milan podría ir mucho peor sin los 14 goles en liga que lleva el Faraón, que está como capocanonniere de la Serie A.

Su temporada está siendo excepcional, Prandelli no dudó en hacerle debutar con la azzurra en un partido amistoso disputado el 15 de Agosto contra Inglaterra, su primer gol llegó un mes después en la derrota contra Francia por 2-1. Al principio hubo ciertos problemas para que debutara con la Nazionale, pues Egipto y Venezuela le reclamaron para jugar con ellos, pero sin éxito. Sus 16 goles en 24 partidos han contribuido a que fuera nominado al Golden Boy, que ganó el mediapunta del Málaga, Isco Alarcón.

Promete y mucho, es un diamante en bruto, se está haciendo un hueco en la nazionale y es indiscutible en el Milan. Todavía no ha habido rumores pero no tardarán en aparecer movimientos de grandes clubes de Europa para ficharle. Es un jugador asombroso y, más allá de la calidad, lo que le llevará lejos es su capacidad de liderazgo. O Berlusconi le retiene o va a dejar escapar a uno de los futuros referentes del fútbol mundial. Estaremos muy atentos a su progresión y sus números.

@NicoRein7