Desde el córner de Pantic. De Santander al Olímpico.
De Santander al Olímpico.
Uno no pudo ver el partido de Santander al completo, mientras el equipo hacía uno de sus mejores partidos del año, el que suscribe veía como los niños a los que entrena decidían que no les apetecía jugar bajo un impresionante frío, y como eran vapuleados sin presentar resistencia alguna. Mis niños, que en numerosas ocasiones me han demostrado que tienen ganas y fútbol, hicieron un partido digo del peor Atleti de Manzano. El Atleti, en el primer partido que no puedo ver al completo del año, jugaba al fútbol con fluidez, llegaba, remataba y se encontraba con Toño, el portero que se crece ante las rayas rojiblancas. Cosas de la vida.
Cuando volví a casa, recién empezada la segunda parte, lo primero que ví fue la única ocasión del Racing en todo el encuentro, mala señal pensé y desde ahí otras tantas ocasiones atléticas que no supieron o no pudieron concretar los nuestros. El enfado que suponía cada ocasión fallada era menos al recuperar la pelota y tener la confianza de saber que se iba a generar otra. Pero no fue posible, el equipo empató, y el enfado final de los aficionados se calmó con el paso del tiempo y tras mirar con perspectiva el juego, la intensidad, las ocasiones, y la situación en la que estábamos hace cosa de mes y medio. Desde la llegada de Simeone, el Atletico ha ganado tres partidos, ha empatado tres y los tres los pudo o debió ganar (Málaga quizá menos) y no ha encajado goles. En estos seis partidos, los jugadores han demostrado que son profesionales, que tienen hambre y que se sienten un equipo, y eso, con lo que hemos visto por aquí, es de agradecer.
Y con esas llega el partido de hoy. La ida de los dieciseisavos de la Europa League. La tercera edición de esta competición, en la que el Atleti tiene importancia histórica. El Atleti ganó la primera edición, eliminando a buenos rivales, generó una ilusión estupenda, y alegró el corazón de todos los atléticos 49 años después. En la segunda edición el equipo hizo un ridículo espantoso, no pasó de una fase de grupos, de la que era cabeza de serie, en la que perdió los dos partidos ante el Aris de Salónica, no consiguió ganar al Leverkusen, y solo pudo con el Rosenborg tras anotar Tiago el mejor gol de la competición.
La EL es la competición que el Atlético de Madrid histórico solo debería jugar de rebote, pero en la que el Atleti de los Gil es asiduo. Este año, eliminados de la Copa, con una decepcionante actuación en Liga en la que el tercer puesto está casi imposible, esta competición es la única que nos genera algo más de ilusión. Las eliminatorias directas generarán grandes ambientes en el Calderón, como pasó dos años atrás. Los jueves volverán a ser días bonitos para los jóvenes atléticos que en caso de victoria puedan salir a celebrarlas, y los rivales de caché que tiene este año la competición aumentan esas ganas de ir pasando rondas para encontrarse con eliminatorias atractivas.
Para ello, el equipo debe empezar por eliminar al Lazio. El equipo romano está afianzandose entre los cuatro primeros de la Liga italiana, tiene en el brasileño Hernanes un jugador capaz de llevar un partido a su terreno, y tiene gol en el eterno Klose. Además de una solidez defensiva adherida a cualquier equipo italiano. El Olímpico es un estadio histórico que a pesar de rara vez vender todas las entradas, crea desde su curva radical un buen ambiente en partidos importantes. El Atleti ya se enfrentó a los laziales en la temporada 97/98, en las semifinales. Un gol de Jugovic (que al año siguiente jugó en el Atleti) en el Calderón y un empate a 0 con varias ocasiones falladas, nos dejaron sin jugar una final ante el Inter de Ronaldo, que posteriormente sería campeón. Las cosas son muy distintas hoy en día, esperemos que el resultado de la eliminatoria también.
Simeone conoce bien donde juega hoy, no en vano es ídolo allí, donde también consiguió un doblete histórico, y sabe que la Lazio no perderá la cabeza en un partido como el de hoy. Le cederá el balón al Atleti y tratará de aprovechar los espacios y las perdidas de los nuestros. Simeone sabe eso, y seguramente conciencie al equipo de evitar esto mismo, aunque en sus declaraciones ha incidido en la importancia de hacer gol hoy. Tras dos partidos sin marcar, quizá ese pique que tendrán tanto Adrián y Falcao puede resultarnos beneficioso.
Lo que parece claro es que el Calderón dictará sentencia.
PD: Al genio que puso los partidos entre semana a las 19:00, muchas gracias. Uno, recién incorporado al mercado laboral, tratará de escaparse y volver a su casa lo más rápido posible para ver a su equipo, mañana os informo de la aventura.
@DavidMenendez14
Categoría: Atlético Madrid, Desde el córner de Pantic, Europa Legue, Lazio, Simeone
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