Al otro lado del espejo
Pocas cosas son capaces de conjugar bajo la tutela del mismo renglón un sentimiento tan contradictorio como el que resulta del reflejo, unas veces cruel e hipócrita y otras, las menos, satisfactorio, resultante al contacto con el cristal sincero de un espejo.
Y piensas, que quizás puedas engañarle, pero no. A solas, no hay resquicio para la fábula. Lo que ves es lo que hay, insulta a tu inteligencia porque no puedes mentirle, pero sí puedes adornar la verdad para hacerla más soportable, no a sus ojos sino a los tuyos. Entonces ¿quién miente? El espejo, desde luego que no.
El Villarreal es ese individuo que vio su reflejo y “escupió” sobre el mismo. La marcha de jugadores importantes le restaron a su imagen el atractivo de antaño y la potencia de la juventud. Además, los retoques, parecen no haber respondido con la lógica esperada. Las compras a precio de saldo, suelen aportar en negativo al balance de resultados.
La imagen que trasladaba el espejo no era la óptima y los resultados sobre la tabla no la contradecían. Suele resultar más que complicado y la historia así lo dice, para los equipos que ayer luchaban por el éxito, bajar al fango para luchar por no ahogarse con rivales que están acostumbrados a respirar lo justo para sobrevivir.
Otra de las formas de jugar con el engaño es al escondite, lo que resulta de culpar a quien cuelga el espejo sobre la pared, algo cuanto menos curioso. Si antes de empezar el curso liguero, la entidad había utilizado tres entrenadores en los últimos ocho años (Pellegrini, Valverde y Garrido) en lo que llevamos de competición, el próximo inquilino del banquillo castellonense será el tercero en apenas siete meses, en reflejar sobre el césped una salvación que se empieza a poner bastante cara.
Pero el reflejo seguirá estando ahí, otra cosa será quien se engañe al otro lado del espejo.
Fernando Sosa
@Fernandosb9
Categoría: Villarreal
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