Ciutat de las Termópilas, Valencia.
El primer movimiento del estratega JIMerges era claro: acabar con Cristiano. Por ello mandó a uno de sus más poderosos secuaces, David Navarro, a por su punto más débil: la ceja, aunque actuó con desmesura ya que sólo necesitaban despeinársela para que el luso pidiese cambio. Aún así CR300, herido de muerte, logró asestar un duro golpe a las tropas granotas.
Mientras tanto el Barça seguía tocando y tocando en Celtic Park.
Con Cristiano fuera de escena las hordas valencianas lo tenían todo a favor para arrasar y así fue tras el gol de Ángel (#RoboAlMadrid) y la ocasión de Juanlu propiciada por el agente doble Raúl Albiol. Todo estaba de cara para el ejército del Levante hasta que el general Mourinhónidas dio rienda suelta a su berserker Pepe, odiador de todo lo azulgrana, y sacó al lancero Morata que asestó el golpe definitivo a JIMerges.
Al técnico granota no le quedaba otra, tenía que sacar su particular catapulta infernal de la guerra: David Navarro + Sergio Ballesteros. Empezaron a caer como moscas: Ballesteros asaltó a Xabi Alonso, David Navarro haciendo lo mismo que a Messi, que a su vez se lo hizo a Llorente, que a su vez se lo hizo a Burdisso, etc. Pero la victoria de Mourinhónidas era irrevocable.
Tras esto Tomás Roncero se despertó, apagó el despertador y siguió durmiendo. Él puede. Él tiene nueve Champions.
@PuntoPalote
Categoría: Humor, Punto Palote
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