De los sueños de Terrazas a la cruda realidad

El Fútbol Es Nuestro | 16:02 | viernes, 7 de diciembre de 2012 | 0 comentarios |


Sólo unos días después de lograr la permanencia y de finalizar con éxito la primera campaña del Deportivo Guadalajara en la Liga Adelante, Carlos Terrazas puso en marcha un ambicioso proyecto que debía desembocar en el ascenso del club alcarreño a la Liga BBVA.



El propio técnico se comprometió a lograrlo, y para ello prescindió de diecisiete jugadores y reconstruyó la plantilla casi al completo. Llegaron a la entidad morada futbolistas de todo tipo. Algunos con más nombre, otros con más experiencia y también varios jugadores capaces de ilusionar a la exigente afición morada. Todos ellos fichados por el propio entrenador, que gracias a sus éxitos goza de plenos poderes en la entidad morada al más puro estilo Jose Mourinho, generando los mismos odios y simpatías que el técnico portugués. Para entender esta situación hay que viajar en el tiempo. El Guadalajara ha pasado casi toda su vida en la Tercera División. El ascenso a Segunda B, allá por el lejano 2007, parecía la cima de un equipo que estuvo muy cerca de desaparecer y que apenas generaba afición. En 2010, a causa de un mal inicio de temporada, Carlos Terrazas llegó al banquillo prometiendo, para sorpresa de todos, el ascenso. Tras una espectacular campaña, el vasco cumplió su promesa y obró un milagro histórico para una ciudad que jamás imaginó vivir tal acontecimiento. Tras el enorme éxito, nadie dudó en otorgarle al técnico total libertad de ejecución en cualquier ámbito.

Volviendo al presente, este proyecto arrancó con muchas dudas, pero con el paso de los partidos quedó patente la mejoría del equipo con respecto a la temporada anterior en lo referido al juego, no así en los resultados. Las lesiones asediaron al conjunto de Terrazas, y los malos resultados en el inicio liguero generaron inmensas dudas que se contagiaron de la grada al césped. La ilusión se tornó en ansiedad y los aplausos en silbidos. El propio capitán, Javi Barral, arremetió contra ese espíritu catastrofista del aficionado medio que perjudica gravemente al grupo, y aseguró que los aficionados del “Depor” no están disfrutando de esta experiencia en la Liga Adelante. Aunque el técnico vasco diga que se mantiene firme en sus objetivos, la realidad ha sacudido a este equipo como una tormenta de verano. Se puede culpar a la suerte, pero no sería justo. La verdadera meta de esta plantilla es conseguir la permanencia lo antes posible, y nadie duda de que tiene nivel suficiente para lograrlo.

Diego Martínez

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