Henrikh Mkhitaryan, la joya armenia

Cuando hablamos de fútbol armenio, la mayoría de aficionados no serán capaces de identificar ni un solo éxito que se asocie al balompié de esta antigua república soviética. Sin embargo, para el gran público el fútbol armenio adquirió una dimensión considerable en la última fase de clasificación para la Eurocopa, cuando el combinado lernakanner estuvo muy cerca de colarse en la repesca, todo un hito para una nación tremendamente joven.

Gran parte de la culpa de que Armenia consiguiera la mejor clasificación de su historia radica en la figura de Henrikh Mkhitaryan, un joven centrocampista de 23 años que milita en el Shakhtar Donetsk ucraniano. Mkhitaryan monopoliza el juego armenio gracias a su excelente sentido táctico, con el que consigue que sea el balón el que se desplace con velocidad. Destaca por su gran visión de juego, pues es un futbolista que juega con la cabeza levantada, lo que le permite nutrir de buenos balones a los hombres de ataque. Su función es la de actuar como metrónomo, marcando el ritmo del choque para correr cuando es necesario y contemporizar cuando el partido así lo requiere; por este motivo se le puede considerar heredero de la escuela de Andrea Pirlo –aunque salvando las distancias, como es evidente-. Hablamos de un centrocampista que en el último ejercicio ha mejorado notablemente sus registros goleadores, ya que en el camino a Ucrania y Polonia anotó nada más y nada menos que 6 tantos, cifra interesante para un llegador de segunda línea. Por el contrario, y aunque no es un jugador que rehúye el contacto, sufre cuando su equipo no tiene el balón.

No obstante, el hecho de haber sido galardonado con el premio a Jugador del Año en Armenia en 2009 y 2011 viene precedido de su explosión en el Shakhtar. El equipo minero le fichó del vecino Metalurh en 2010 y Lucescu ha sabido introducirle poco a poco en la dinámica de un equipo caucásico del centro del campo para atrás y muy brasileño de la medular hacia delante. Formando el doble pivote con el checo Hubschmann, Mhkitaryan se ha mostrado a los ojos de Europa tanto en la UEFA Champions League como en la Europa League como uno de los talentos exóticos más apetecibles del continente. De todos es sabido que el conjunto del Donbass Arena no es un club vendedor, pero, de seguir así, la Ucranian Premier League se le va a quedar pequeña al joven cerebro armenio; de hecho, Arsène Wenger ya mostró interés en él y Monchi le espió para su Sevilla.

Armenia y Mhkitaryan caminan juntos de la mano para construir su futuro y mostrar sus credenciales a los ojos del planeta fútbol.



Julián Carpintero

@carpintero_jcg