Deja vu en Riazor

En el día en el que se cumplían 106 años de historia del RC Deportivo de A Coruña, el conjunto herculino lograría su decimoctava victoria de la temporada ante el Alcorcón madrileño. Durante toda la semana se habló en A Coruña de vendetta futbolística debido a la goleada que el equipo de José Luis Oltra recibió en su visita al Estadio de Santo Domingo en el mes de Septiembre. En aquel partido el Alcorcón ya había metido tres goles en el minuto 17 de encuentro, que acabaría con el resultado final de 4 a 0. Fue una humillación en toda regla para los deportivistas, una goleada que la afición tardaría en olvidar.

Ahora, cinco meses después, las cosas han cambiado. El Depor lidera en solitario la clasificación y va lanzado hacia el ascenso a la Liga BBVA. Aunque la jornada pasada salió derrotado a domicilio ante el Sabadell, cabe recordar su record de nueve victorias consecutivas. Al Alcorcón tampoco le va nada mal, y está a tan sólo dos puntos de los puestos de playoff de ascenso. Los alfareros están invictos desde el mes de Diciembre, cuando salieron goleados en el Martínez Valero ante el Elche por 6 a 0.
La gran novedad para el partido sería la ausencia de una de las principales estrellas del equipo local. El entrenador deportivista decidió no convocar a Andrés Guardado tras su participación en México en un partido amistoso de su selección. A pesar de que el mexicano llegaba el mismo día de partido, José Luis Oltra prefirió no convocarle considerando que su puesto estaba bien cubierto con Diogo Salomão.

El partido comenzó sin un claro dominador de la posesión del balón, el Depor no se sentía cómodo en el terreno de juego gracias en parte a una gran presión de los jugadores visitantes que estaba haciendo mucho daño. El Alcorcón jugaba sin complejos y cuando tenía el balón le daba una gran velocidad a sus jugadas intentando sorprender a la defensa blanquiazul. Aún así la primera gran ocasión fue para el Depor en el minuto 18 cuando Juan Domínguez se lanzó a por un balón muerto en el borde del área pequeña que Manu Herrera logró despejar con una gran salida tapando la portería. Parecía que se iban despertando los locales pero el Alcorcón no se lo ponía nada fácil. De hecho, tuvieron una gran ocasión en el minuto 23 tras el lanzamiento de una falta lejana por parte del central Babin que obligó a Dani Aranzubía a hacer una gran estirada y desviar el balón a córner. Este disparo fue el máximo peligro que ofrecieron los amarillos en la primera mitad. Luego vendrían los dos goles deportivistas en unos minutos de inspiración antes del descanso. El primer gol llegó en el minuto 38 tras una buena jugada en banda izquierda entre Morel y Salomão, que el portugués puso a los pies de Valerón que desde la frontal del área grande colocó con el interior el balón lejos del alcance del portero. Este gol fue lo más parecido a un puñetazo para los visitantes ya que quedaron KO, algo que aprovechó el Depor para marcar el segundo tanto en el minuto 43. Tras una buena jugada individual de Riki, logró ponerle el balón a Bruno Gama, que había ganado la espalda del central con un gran movimiento y marcaría cruzando el balón ante la salida del Manu Herrera. Se llegaría al descanso con la sensación de que el Depor iba ganando sobrado sin hacer mucho esfuerzo.

La segunda mitad el Deportivo controló el partido durante los primeros minutos, e incluso tuvo opciones de marcar el tercero cuando en el minuto 10 un disparo de Juan Domínguez salió rozando el palo, incluso en alguna grada se cantó el gol. A partir de aquí, la misma historia de los últimos partidos en Riazor. El equipo local empezó a sestear con el resultado y cada vez sus llegadas al área rival eran más contadas. El Alcorcón no daba sensación de peligro pero recogió el guante de los locales y empezó a animarse a atacar. En el minuto 21 de la segunda parte, Oriol Riera tuvo una ocasión clarísima en boca de gol que no acertó a rematar y el balón acabaría en manos de Aranzubía. Mientras el Depor lo intentaba con disparos lejanos de Bruno Gama o Salomão, que apenas inquietaban al portero visitante. Finalmente, cuando faltaban siete minutos para finalizar el encuentro, llegaría el gol de los madrileños. Oriol Riera lograba batir a Aranzubía tras ganarle la espalda a Ze Castro, en un movimiento bastante raro del central portugués. El resto del partido acabaría muriendo sin más historia, quedándose los tres puntos en A Coruña.

Una vez acabado el partido había una sensación de deja vu en el ambiente. Otra vez el Depor ganaba en Riazor, pero en los minutos finales encajaba un gol que complicaba el partido sin necesidad. Esta vez el juego no fue tan convincente como en otras ocasiones, pero la pegada y efectividad que tiene este equipo son descomunales y han sido culpables de bastantes resultados positivos esta temporada.
No hubo vendetta, pero los puntos seguro que saben igual o mejor.