#OneDiMatteo

Dani Rivera | 23:03 | miércoles, 21 de noviembre de 2012 | 0 comentarios |


Esta mañana ha saltado la noticia que todos esperábamos: Roberto Di Matteo ha sido cesado de su cargo como entrenador del Chelsea. Tras 4 partidos sin ganar en liga y estando casi eliminado de la Champions era un final inevitable. La poca paciencia de Roman Abramovich es de sobra conocida. Desde que se hizo cargo económicamente de los blues en 2003, 8 entrenadores han ocupado el banquillo. El entrenador italo-suizo llegó al cargo el 4 de marzo de 2012 tras la cesión de André Villas-Boas. Se encontró con un equipo en horas bajas, a las puertas de eliminación europea y sin opciones de ganar la liga. Su andadura en el banquillo blue empezó en un replay de FA Cup ante el Birmingham, que ganaron 0-2. Siguieron victorias ante el Stoke en liga y el Napoli en Champions. Ante los italianos se empezó a gestar la maravillosa andadura europea, remontaron un 3-1 de la ida. La vieja guardia fue la protagonista: los goles de Terry, Lampard y Drogba trajeron la igualada a la eliminatoria y el defensa Branislav Ivanovic sentenció el partido a favor de los londinenses. Su fútbol defensivo combinado con la pegada de sus jugadores de arriba los llevó a ganar las finales de Champions –cargándose por el camino al todopoderoso Barça con 10 hombres- y de la FA Cup. Estos dos títulos han convertido a Roberto Di Matteo en una leyenda al traer al magnate ruso, Roman Abramovich, su ansiado regalo: la “orejuda”.

Di Matteo y su gran triunfo, la Champions
La leyenda de Di Matteo en Stamford Bridge empezó a gestarse ya en su época como jugador. Un centrocampista con 119 apariciones en liga y 26 goles. Fue determinante en la final de FA Cup de 1997 ante el Middlesbrough, en la que marcó el gol más rápido hasta el momento en una final de esa competición: a los 42 segundos tras un excelente disparo desde casi 30 metros. Ese récord fue superado por Louis Saha en la final de 2009 marcando a los 25 segundos. Además de esa FA Cup, ganó la Copa de la Liga y la Recopa en la temporada 1997-1998, la Supercopa de Europa ante el Real Madrid en 1998, la Charity Shield del 2000 y la última final de la FA Cup en el antiguo Wembley, marcando el gol de la victoria. Al acabar ese mítico partido en el que batió a David James, entonces portero del Aston Villa, comentó: “Es una pena que vayan a tirar este viejo sitio abajo, he tenido mucha suerte en este estadio”. Esa suerte se volvió a repetir la temporada pasada en la que ganó la FA Cup como entrenador, venciendo al Liverpool 2-1. Esto le sirvió para entrar en el selecto grupo de 15 hombres que han ganado la competición más antigua del mundo como entrenador y jugador, codeándose con ilustres de la talla de Matt Busby, Bill Shankly, Don Revie, Kenny Dalglish, Terry Venables, George Graham y Gianluca Vialli, su antiguo compañero de equipo, entre otros. Este simpático entrenador se ha ganado un rincón en la memoria del Chelsea al traer esa ansiada Champions que se nos resistía. No mereció este final tan abrupto. La planificación de plantilla dejó mucho que desear, se fichó bien pero se dejó marchar a jugadores necesarios que hubieran sido importantes a lo largo de la temporada y posiblemente, la culpa de la mala racha no fuera del todo suya. Desde mi perspectiva blue, solamente quiero darle las gracias a Roberto Di Matteo por ser el artífice de la que seguramente ha sido la mejor temporada en la historia del Chelsea.

Thank you Robbie.

Dalia McGrath

Categoría: ,

0 comentarios