El resurgir de Dani Benítez

Gris temporada la del Granada de Anquela, gris temporada de algunos jugadores que prometían más de lo demostrado, pero también ilusionante retorno de otros que parecían haberse estancado. Y no sólo ilusionante retorno por el rendimiento, sino también por la actitud y liderazgo que muestran dentro del vestuario.

El pasado sábado marcó su primer gol en Primera División, después de haberlo intentado innumerables veces pero sin mucha fortuna. Estamos hablando de Dani Benítez, el extremo zurdo que tras cumplir su sanción por el “botellazo” a Clos Gómez ha regresado inmediatamente al once titular del Granada CF y ha demostrado ser de los jugadores más en forma de la plantilla rojiblanca. La pasada temporada no cumplió con las expectativas depositadas en él después de su gran temporada en Segunda División, incluso muchos pensaban que tras el incidente de la botella Dani había echado a perder su carrera. Pues bien, todo lo contrario, ha vuelto con más ganas que nunca y desde que ha estado disponible para Anquela se ha hecho dueño de la banda izquierda del Granada.

Llegó a la ciudad de la Alhambra hace ya cuatro temporadas, en Segunda B, cuando el nuevo proyecto de Quique Pina echaba a andar. Es uno de los cinco jugadores que siguen en el equipo de aquella temporada, junto con Mainz, Nyom, Lucena e Ighalo. Su primer año en Granada no fue nada fácil, comenzó la temporada con muy buenas actuaciones, pero entró en un bache motivado por el fallecimiento de su madre. La llegada de Fabri en la recta final lo reactivó y se convirtió en un jugador clave en el ascenso a Segunda División. En la división de plata no defraudó, y fue una de las grandes revelaciones de la temporada 2010/2011 en la Liga Adelante, con sus magníficas galopadas por la banda izquierda de Los Cármenes y sus espectaculares goles de falta.

Al igual que en la anterior temporada, fue indiscutible en los esquemas de Fabri y se convirtió en uno de los estandartes de aquel equipo que pasó como un rayo por Segunda División, tras el ascenso desde Segunda B al ascenso a Primera División en Elche. Finalizada la temporada, fue elegido como el mejor centrocampista ofensivo de dicha campaña en Segunda. Benítez consiguió 10 goles en 36 partidos, muchos de ellos de bella factura como los que le marcó al Betis, Las Palmas, Elche o Rayo Vallecano. A pesar de todo, su actuación no fue impecable, ya que se evidenció en varias ocasiones su temperamento dentro del campo, lo que le costaría en más de una ocasión ser expulsado. Por todos es recordada aquella eliminatoria del Play-Off de ascenso a Primera entre Granada y Celta, en la que Benítez falló dos penaltis durante el partido y, posteriormente, en la tanda de penaltis tuvo el valor de lanzar desde los once metros sabiendo de la importancia que conllevaba aquel disparo.

En el verano de 2011 hubo varios rumores que lo situaban fuera de Granada, lo que incluido a sus declaraciones a veces ambiguas, no certificaban con seguridad su continuidad en el club rojiblanco. Finalmente Dani Benítez hizo caso omiso a los cantos de sirena de otros equipos y jugaría su tercera temporada como granadinista, tras haberlo hecho en Segunda B y Segunda División, le llegó el turno de demostrar su calidad en una de las mejores ligas del mundo. Asentado ya en la ciudad, héroe de la afición, conocedor del vestuario y con la confianza de Fabri, todos los ingredientes para triunfar parecía tenerlos. Sin embargo, no fue su año, evidentemente era muy difícil igualar sus temporadas en Segunda o Segunda B, pero estuvo muy lejos del mejor Dani Benítez. Además, fuera de los terrenos de juego se ganó en parte una fama de amante de la fiesta y de la noche, que para nada le ayudaría.

Especialmente decepcionante fue su primera mitad de campeonato liguero. Tras la llegada de Abel Resino en enero pareció verse cierta mejoría, formando una gran pareja por el carril zurdo con Guilherme Siqueira. El brasileño le debe a Dani, en parte, su gran temporada. El trabajo del balear en defensa, haciendo las ayudas a Siqueira tras sus subidas al ataque, fue encomiable. Pero esa leve mejora en la segunda mitad de la temporada quedó empañada por un suceso del que el jugador probablemente se arrepienta durante toda su vida.

El Real Madrid visitaba el Nuevo Los Cármenes siendo ya campeón de Liga, el Granada se jugaba la salvación. Los granadinos perdieron en los últimos minutos el partido, con una actuación bastante polémica de Clos Gómez. Dani Benítez no se lo pensó a la hora de protestar al colegiado, y lanzó una botella de bebida isotónica impactando en el rostro del colegiado. La sanción fue contundente, tres meses de competición sin poder jugar, lo cual le ha impedido esta temporada estar disponible en las primeras 9 jornadas para Anquela. Tras su regreso contra el Athletic ha demostrado ser de los mejores jugadores del Granada, más enchufado que la pasada temporada, tirando del carro en un momento difícil y, por fin, con suerte de cara a puerta, marcando su primer gol en Primera División en el Reyno de Navarra, un tanto que por otro lado significó los tres puntos para el Granada CF. La hinchada de Los Cármenes espera seguir viendo sus galopadas, centros medidos, disparos eficaces, trabajo en defensa y garra durante mucho tiempo.

Dani Benítez, genio y figura, aunque a veces díscolo. Defiende a ultranza los colores del Granada, en ocasiones sobrepasa la línea de lo legal por ello. Ángel y demonio. Como él mismo se autodenomina, un poco "payasete". Una zurda de oro dominada en ocasiones por un corazón demasiado impetuoso. Ha llegado su momento, y lo va a aprovechar.

Manu Fernández
@Manu_Fdez