La Segunda B, un pozo sin fondo en Extremadura

El Fútbol Es Nuestro | 18:02 | viernes, 13 de enero de 2012 | 0 comentarios |


Que el fútbol modesto está ahogado por las deudas no es ninguna novedad. Es más, los encierros de futbolistas en vestuarios dejaron de ser 'originales' hace algunos años. Cualquier impago a un jugador de segunda división b o tercera se tiene que asumir, sin más. La respuesta es clara:”es que un mes se le debe a todo el mundo”. Si esto pasa en cualquier otro trabajo, estaríamos poniendo el grito en el cielo.

Lo cierto es que esta realidad se ha acrecentado en el débil fútbol extremeño. Y digo débil porque tirando de hemeroteca sólo hemos tenido dos equipos en la máxima categoría del fútbol nacional: Extremadura y Mérida. Ni tan siquiera el CD Badajoz, con más de cien años en su historia, fue capaz de alcanzar la gloria.

Ahora, sin referentes en el horizonte la realidad es aún más cruda. Sobre todo en el último año. En el 2011 ya ha desaparecido un equipo por impagos. El Cerro de Reyes dejó la competición en Febrero tras la negativa de la plantilla a jugar por no cobrar. El mismo camino lleva el Sporting Villanueva. Los jugadores estuvieron encerrados en el vestuario 55 interminables días. Y ¿para que? Pues visto los últimos acontecimientos, para nada. La posibilidad de compra por parte de un empresario gallego se ha ido al traste por varios motivos. No hace falta entrar en detalles. El fondo de la cuestión es el mismo de siempre. -Me hago cargo de un equipo, creo que voy a sacar dinero. Después es que no. Ahora no pago y, si desaparece, me da igual. No tengo ningún tipo de vínculo con esta gente-




El equipo dirá adiós a partir del próximo domingo si los jugadores no saltan al terreno de juego ante el CD Badajoz. Será el primer paso. El mismo que ya dio el Cerro en su día. Un historia que se repite pero que viene de largo. Antes, Extremadura, Mérida y CD Badajoz pasaron por apuros. Los tres buques insignias del fútbol extremeño también estuvieron contra las cuerdas. Extremadura y Mérida con re fundaciones de por medio. El centenario equipo blanquinegro, con la soga al cuello y con administrador judicial en la actualidad.
El que parece que anda más tranquilo es el Cacereño pero porque sus jugadores quieren. El club también anda con retrasos en los pagos pero parece que eso no afecta. Con nueve partidos consecutivos sin perder, el equipo está en mitad de la tabla y con muchas ganas de hacer las cosas bien.




Con estos mimbres, subir a Segunda División B se ha convertido para los equipos extremeños en una condena más que en una alegría. A la hora de echar cuentas no sale la cosa. Y al que le salen, es por el mecenas de turno que cuando se cansa lo deja todo y se acabó. El problema es que hemos llegado a un punto en que se admite. Todo vale. Además, la presión social en una región con un millón de habitantes, es bien poca. Equipos como Oviedo o Cádiz, también en Segunda B están respaldados por sus socios. Aquí, como mucho dos mil acuden al Nuevo Vivero. Muchas trabas para una región que se ha quedado sin referentes en el fútbol y costará mucho recuperarlos. De momento, bastaría con frenar la sangría de desapariciones e impagos que se han convertido en “algo normal”. Quien tiene la solución? Difícil respuesta a una categoría que, o se replantea, o está condenada al fracaso más absoluto.


@jm_maldo
Jose Mª Maldonado
Coordinador Deportes Canal Extremadura

Categoría:

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo. Esta categoría hay que cambiarla, no puede ser que la 3ª categoría de España tenga 80 equipos... luego pasa lo que pasa, que todo el mundo quiere cobrar lo que cobre el mejor de esta categoría y resulta que hay equipos que ni tienen el nivel ni pueden permitirse esos pagos... Yo empezaba por quitar a los equipos filiales y meterlos en una liga aparte y luego intentar quedar la 2ªB como mucho en 2 grupos... aunque hubiera que estar 2-3 años con 3 grupos... una pena, siempre somos, los extremeños, los más perjudicados :-( Esperemos que aguante el Cacereño!

    ResponderEliminar