Tarde plácida en La Romareda

El Fútbol Es Nuestro | 13:39 | lunes, 24 de septiembre de 2012 | 0 comentarios |


Tarde plácida en Zaragoza, de esas en las que importa mucho el bocadillo y el contenido del mismo. Y es que el equipo maño encarriló la contienda en el minuto cuatro de partido, cuando Helder Postiga no perdonaba en el mano a mano y abría el marcador en La Romareda. Tanto precedido por un gran Víctor Rodríguez, el mejor de los maños sin lugar a dudas. El canterano, del que se llegó a especular que jugaría en el B, enamoró a una afición que hacía tiempo que no veía jugar (tan bien) a un canterano que convenciera. Con un Apoño metido de lleno en la creación, el Zaragoza no dejó muchas opciones a un Osasuna con pocas ideas. Y así lo plasmó en rueda de prensa Mendilíbar: “Mi equipo no está para jugar en Primera División”. Palabras duras que reflejan seguramente los cinco partidos jugados hasta fecha por el club de Pamplona, que suma tan solo uno de los quince puntos posibles. Se sucedían los minutos en un partido que manejaba el conjunto dirigido por Manolo Jiménez. 
 
No tardó mucho Osasuna en dar la cara con incursiones por parte de Cejudo y Sisi, pero sería, y de manera magistral, Armenteros el que sacaría algún aplauso de la Romareda: arrancada con el balón desde el centro del campo, sortea a cuantos rivales le salen a su paso, y desde la frontal, golpeo con precisión y el suficiente ángulo como batir a Roberto. Suponía el empate en el marcador, y las dudas en la Romareda. Pero a partir de ahí, dominio maño. Dominio que en gran parte venía escrito por el chaval: Víctor Rodríguez. De sus botas vino el segundo: Romaric inició una carrera por la diestra con poca fortuna de fructificar en jugada de peligro, puso el balón atrás donde estaba esperando Víctor quien, con fortuna, pondría un centro-chut que acabaría golpeando en la espalda de Timor y colándose en la portería defendida por Andrés Fernández. Golpe de moral para el Zaragoza, que veía como se iba al descanso dominando y ganando. En el segundo tiempo, momento para homenajes y aplausos: volvería a pisar la Romareda Movilla a gritos de “illa illa illa, Movilla maravilla”; ovación cerrada para Helder Postiga, cada vez más ídolo de la afición; y aplausos unánimes, incluidos los de Manolo Jiménez, para José Mari, otro futbolista que estaba destinado al “B”, que ve como su tesón y esfuerzo le hacen un fijo en el once titular.

Y entre todo este jolgorio, llegaría el tercero: intento de sombrero y chut de Movilla, que termina con derribo por parte de un defensor pamplonica. Apoño no perdonaría y se establecería en el marcador el definitivo tres a uno, que dejaba a la Romareda tranquila, saciable, y por qué no, ilusionada.

La próxima cita de los maños será el Sábado a las 16:00 horas, tal como hoy. Toca desplazarse a Valencia, para jugar en un campo (Mestalla) en el que ya ganó el año pasado el equipo que ya dirigía Manolo Jménez, y en el que empezó a fraguarse la histórica remontada para la salvación. Por su parte, Osasuna recibirá en el Reyno a un Levante crecido tras su victoria en la Europa League.
 
Jorge Bados
@jorgebados

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