Kike Sola, la esperanza rojilla

Ahora, la esperanza rojilla se centra en Kike Sola. Hace poco ha vuelto de la lesión que, durante mucho tiempo, le mantuvo apartado de los terrenos de juego y se ha reintegrado perfectamente en el equipo. Aunque es verdad que de momento ha tenido pocos minutos, en los que ha podido disfrutar, ha creado mucho peligro en el área rival aportando fuerza y lucha. El navarro de tan solo 26 años puede ser el aliado perfecto de los extremos rojillos, Cejudo y Lamah (que últimamente están jugando a un altísimo nivel desbordando por banda y poniendo buenos centros al área). Pero además de la calidad futbolística, Kike Sola es uno de los pilares del conjunto pamplonés, ya que junto a Patxi Puñal es uno de los líderes del vestuario e ídolos de la afición.
Por ello, está claro que el problema se centra en la creación de juego y defensa. Cuando Marc Bertrán vuelva y la conexión entre los delanteros y centrocampistas mejore, volveremos a ver la mejor versión de Osasuna.
Iker Ziri
@ikerziri
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