Little Carroll

Dani Rivera | 14:08 | viernes, 26 de octubre de 2012 | 0 comentarios |



Muchas han sido las críticas, a sus 23 años, recibidas por el delantero Andy Carroll desde su llegada al Liverpool, donde sus problemas fuera del campo y el escaso rendimiento a nivel goleador en un conjunto que echaba en falta al sucesor de Fernando Torres, terminaron por propiciar su salida del club este mismo verano.

La situación del atacante en el West Ham ha cambiado radicalmente, se siente importante, y es pieza fundamental en el esquema del conjunto londinense, lo cual lleva al espectador y al analista a plantearse una pregunta. ¿Es Carroll jugador de equipo pequeño?

La respuesta ha de ser vista desde un contexto diferente al actual. El internacional inglés emergió en un Newcastle necesitado de estrellas, en claro declive por aquel entonces, en la temporada 2008-2009, comenzó a coger responsabilidad en el ataque, pero no pudo evitar el descenso a Championship. Fue en esa categoría donde cogió importancia, demostrando que cuando sus compañeros dependen de él y centran en él su juego, es infalible. La campaña siguiente en Premier con el mismo equipo y la cabeza más fuera que dentro de los terrenos de juego fue buena, aunque no brillante. No obstante, llegó el Liverpool…

En Anfield la cosa no le fue nada bien, no era la referencia del equipo, no estaba a gusto, no destacaba, no trabajaba. No era Carroll. La llegada de Brendan Rodgers, pese a que propició su marcha del equipo, puede que le haya venido muy bien al delantero, pues su llegada al West Ham, ha propiciado que sea todo parezca un poco más sencillo en su forma de jugar. Pese a lesionarse a principio de temporada, lo cierto es que ha vuelto y va a ser clave en el éxito del club esta temporada.

La respuesta a la pregunta parece ser sí, pues cuando ha disfrutado de sus mejores momentos no ha tenido el peso de la historia ni de la urgencia en su espalda, y todos se han volcado en él para sacar adelante situaciones delicadas, en cambio, en el momento que ha debido reaccionar y crecer, no ha sido capaz de hacerlo. Veremos qué más nos ofrece el bueno de Andy.

José Sousa

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