No querían jugar...y no jugaron

"Alguno no quería jugar". La frase es lapidaria, su contenido también. Y lo peor es que no es la primera vez que se repite. Ya en alguna otra ocasión Mourinho ha usado una frase semejante o algún otro comentario para hablar de la desidia se sus jugadores en ciertos partidos.

Y lo peor es que quien lo dice es el entrenador del Real Madrid, no el entrenador de un equipo de amigos que se reúnen los domingos por la mañana. Todos conocemos que la Copa es un "marrón", que ni siquiera a los aficionados nos apetece, por lo menos a los de los equipos grandes acostumbrados a partidos europeos entre semana. Una competición echada a perder con un formato pésimo y que hace que entre San Mamés, Son Moix y el Vicente Calderón no se junten ni 24.000 aficionados. Pero eso es otro capítulo. 

Aquí hablamos de los jugadores del Real Madrid. Esos que deberían dar gracias todos los días por jugar en el club más importante del siglo pasado, el equipo más laureado de Europa y uno de los mejores (aunque cada día menos) en la actualidad. El mejor escaparate, lo máximo para un profesional del balón, con lo que sueñan millones de niños (y también adultos) de todo el mundo. Y eso no debería de olvidárseles ni un sólo segundo. Aún con la seguridad que te da el partido de vuelta en casa y el no ver peligrar la clasificación, las sensaciones son malas. El cabreo de Mourinho es extensible a todos los aficionados pero con una diferencia; él puede o debería poder revertir la situación. Evidentemente él no juega pero sí que elige quien juega y en eso es claro culpable de lo que llevamos viendo toda la temporada.

Una vez más los señalados son los mismos. El partido, técnicamente hablando, puede dejar pocos supervivientes. Y son los de siempre. Cristiano Ronaldo, que triste o feliz siempre intenta una y otra vez hacer gol, Xabi Alonso y Raphael Varane, una de las noticias más agradables de la temporada. Por lo demás, otro día nefasto con actuaciones personales y fallos dignos de alevines. El saque de banda de Pepe que propicia el segundo gol o el "marcaje" de Arbeloa en el primero son claras muestras de que la cabeza no está donde debe estar, sino es incomprensible que jugadores de esa talla tengan esos fallos tan garrafales.

La gota que colma el vaso es el amigo Kaká. ¿Alguien puede explicarse cómo es posible que este hombre siga formando parte de la plantilla del Real Madrid? O mejor dicho ¿alguien puede explicar por qué Mourinho sigue dándole minutos? La acumulación de minutos y ridículos va in crescendo y esos minutos bien podrían ser aprovechados por algún canterano con ilusión y ganas, que no se ría de esa camiseta y ese escudo como hace el "santo" brasileño. 

Jugadores desmotivados y ningún estilo futbolístico. Eso es el Real Madrid a día de hoy. Muchos responden a la pregunta de cómo juega el Real Madrid a que juega a la contra. Bien, a la contra juegan en el Bernabeu el Celta, el Zaragoza, el Elche, el Recreativo o el Villanueva del Pardillo pero un equipo como el Real Madrid debe jugar a algo más, demostrar variantes y ser dominador los 90 minutos. Al menos, el Real Madrid que los aficionados tenemos en la cabeza. Ese por el que millones de personas querrían jugar...