El problema es Mancini
Kun Agüero, David Silva, Samir Nasri, Yaya Touré… cualquiera diría que estamos hablando de un equipo de Playstation, pero no, es el actual Manchester City dirigido por el italiano Roberto Mancini.
Más de 300 millones de euros después, desde que llegase el jeque árabe al Ciudad de Manchester, el segundo club de la ciudad sólo ha conseguido una FA Cup. Es un torneo importante en Inglaterra, pero se presume poco para las ambiciones que el año pasado tenía el Manchester City. Para mejorar el palmarés, los dueños pusieron a disposición del entrenador italiano una plantilla ya de ensueño añadiendo al argentino Sergio Agüero y a los ex gunners Samir Nasri y Gael Clichy entre otros.
El primer partido oficial tuvo lugar en agosto en la final de la Community Shield frente al vecino, el Manchester United. Empezaban bien las cosas para el reciente campeón de la FA Cup que se puso 0-2 en el marcador antes de acabar la primera parte. En la segunda parte, el United sacó a relucir su casta y remontó el partido logrando el 3-2 con un Nani imparable. Primera decepción de muchas en la afición del City acostumbrada ya a ver a su equipo como el segundo equipo de Manchester.
A pesar de esta primera derrota los Citizens empezaron la temporada goleando al Swansea en la primera jornada y a todo lo que se ponía por delante. Sin embargo, a pesar de este caudal de goles daba la sensación de que el equipo vivía de las individualidades de los Silva, Agüero o Balotelli, pero no de hacer un gran juego colectivo. La razón de esta sensación se encuentra en quien dirige el equipo: Roberto Mancini. El ex entrenador del Inter, donde ganó 3 Scudetti (uno de ellos en los despachos gracias al ‘Calciopoli’), llegaba al club inglés en 2009 para sustituir a Mark Hughes y ganó su primer y único título hasta la fecha la pasada temporada, la citada FA Cup. Teniendo en cuenta su procedencia el estilo de juego que se esperaba de él era defensivo y al contraataque. Así ha sido, en varios partidos de liga el equipo ha empezado ganando por la mínima para luego esperar atrás y salir a matar aprovechando la velocidad de sus delanteros y la llegada de sus centrocampistas, de esa manera ha solucionado varios partidos con goleada, en especial el histórico 1-6 de Old Trafford al vecino rival.
¿El problema? Cuando las estrellas no tienen el día, no sale nada. El italiano no tiene una variante cuando esto sucede y esto lo ha pagado el equipo. Eliminado en fase de grupos de la Champions, aunque le tocó el grupo más complicado de todos, los ingleses son muy superiores en calidad y jugadores al Nápoles y al Villareal. A esta eliminación, hay que sumarle la derrota en la Carling Cup contra el Liverpool, posterior campeón.
Tras estos batacazos, la Europa League se veía como un gran triunfo de la temporada. La primera ronda le enfrentó al Oporto, donde ganó 1-2 en Do Dragao y “mató” a los ‘dragones’ en el Etihad Stadium por 4-0, en un partido de nuevo engañoso para el fútbol. Los octavos de la antigua UEFA de nuevo contra un equipo portugués un histórico como el Sporting de Lisboa que no pasa por sus mejores momentos, que sin embargo, ganaron por la mínima al City. Otra vez que el club inglés jugaba como un equipo menor y esperando atrás para lanzarse a la contra, en esta ocasión no le funcionó la táctica a Mancini que vio como su equipo perdía de nuevo en Europa. Sólo cuando salió al campo Balotelli y los portugueses dieron un bajón físico, parecía que podían al menos empatar.
A la espera del partido de vuelta, el City seguía como líder de la Premier League, hasta el partido de este domingo contra el Swansea. El equipo galés ganó por la mínima a un Manchester City que no pudo perforar la portería visitante reaccionando únicamente cuando se vio contra las cuerdas, ya sin tiempo. La victoria del United por dos a cero unida a esta derrota relegan a la segunda plaza a los Citizen.
La conclusión, para mí es bien clara: el problema es Roberto Mancini. Mis razones son datos, es decir, era líder de la Premier sí, pero únicamente le sacaba dos puntos a un Manchester United que para mí es el peor de la última década que ha tenido que recurrir a un jugador retirado como Scholes y que su once titular se ha resentido durante toda la temporada debido a las continuas lesiones de muchos de sus jugadores. Más: no ha sido capaz de pasar de la liguilla de la Champions y en la Europa League jugará contra el tiempo en la vuelta de octavos ante el Sporting de Lisboa.
Con el equipo que tiene debería sacarle más rendimiento a una plantilla llena de estrellas, pero con un mal director de orquesta. No sé qué pasa por la cabeza del dueño del City, pero imagino que el futuro del banquillo dependerá de lo que haga en la Premier, Europa League y FA Cup, donde aún siguen vivos. Si luego me equivoco y gana los 3 títulos que disputa que sea por qué ha practicado un gran fútbol y no lo mostrado hasta ahora, por el bien del deporte rey.
@Carlosssb
Categoría: Manchester City
Completamente de acuerdo, y para esto no hace falta pagar millonadas. Con fichar a cuatro tarugos que corran... Pero es lo que quiere Mancini, ayer por ejemplo, para remontar quitó a Adam Johnson para meter a De Jong, y luego quitó a Silva (aunque fuera para meter a Nasri). Menos mal que no pasó
ResponderEliminarY aparte de los fichajes: Agüero, Nasri, Silva, Touré Yaya... ya tenían a Dzeko,Hart... tienen jugadorazos. Es malgastar el dinero fichar a esos jugadores y ponerlos a entrenar bajo la mirada de Roberto. Es como poner un portatil de la hostia a uno que solo lo usa para jugar al solitario
completamente de acuerdo en todo
Muy de acuerdo, el cancer del City se llama Mancini, parece tener miedo de ganar los partidos, la Champions la tiro en Napoles dejando al Kun en el banquillo lo sacó faltando diez minutos y claro... siempre no te va a salir bien. Creo que en cuanto fichen a un DT valiente y que sepa manejar la plantilla este City será temible, mientras malvive a la sombra de un United venido a menos que sin duda ganará la Premier, los red devils son competitivos hasta mas no poder y el City terminará pagando la presión. Veremos.
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