Sobre el Atleti 3-0 Villarreal y el “efecto Simeone”.

El Fútbol Es Nuestro | 19:42 | domingo, 15 de enero de 2012 | 0 comentarios |



Volvía el futbol al Calderón tras el parón navideño y volvía a un horario al que los atléticos se están acostumbrando, a mediodía del domingo.  Y los alicientes del partido eran muchos. Volvían dos mitos del sentimiento atlético, y lo hacían como entrenadores. Molina, portero distinto, jugador de futbol de verdad, de los que no aparecen en portadas pero todos saben de su importancia, debutaba fuera de casa en su nueva y difícil experiencia en Villarreal, y fue recibido con cariño, aunque quizá menos del que merece. La otra vuelta era la de Simeone, volvía a casa el Cholo, el 14 más respetado y admirado que ha pisado el Calderón y se presentaba con las sensaciones inciertas que dejó su equipo en Málaga, donde dejó claro que su equipo tenía que ser aguerrido y tenso, y en el que las dudas se generaron a la hora de mirar a la portería contraria. Además, sus declaraciones de esta semana en las que afirmaba firmar ganar con un solo tiro en portería, avivaban esas dudas.

Así que con esas salieron ambos equipos al campo. Molina plantó un equipo con Bruno como pivote defensivo y en una línea de cuatro por delante se juntaron Cani, Valero, De Guzmán y Hernán Perez, y como única referencia Nilmar. Se suponía un equipo para poseer el balón y poder contrarrestar así la presupuesta presión del Atlético en mediocampo. Simeone sacó esta vez un equipo más ofensivos, con los jugadores en principio más atractivos y con más capacidad para generar futbol de ataque. Tiago y Gabi jugaron de mediocentros, jugando el portugués en una posición más retrasada. A su izquierda se situó Turan, que volvía al once y en una posición en la que su dominio del balón a pierna cambiada había sido de las pocas notas positivas del Atleti en lo que se llevaba de temporada. Y a su derecha aparecía Diego, aparentemente fuera de sitio. Como jugadores de ataque, Falcao y Adrián, que también volvía al once tras no jugar en la Rosaleda.

Desde el minuto uno el partido que se intuía se plasmó en el campo. El Atleti, de mano del cambio de actitud de sus mediocentros, en especial el de Tiago, situó a su equipo en campo contrario, presionó la salida del Villarreal y tanto el 5 como Gabi ahogaron a Bruno y Valero, con lo que el equipo tuvo mucho ganado. El Atleti formaba un embudo gracias al trabajo de Arda y Diego sobre los laterales que acababa en robos constantes de los dos mediocentros. Y una vez con el balón, se vieron los primeros cambios de Simeone. Al equipo se le vio con más agresividad, más verticalidad y más intención de hacer daño, pero no debido solo a lo que transmite el Cholo, sino también a los movimientos de los jugadores. Diego se venía al medio constantemente, y su espacio lo ocupaba un acertadísimo (quizá su mejor partido como rojiblanca) desde la posición de lateral Juanfran. Falcao ocupaba posiciones de nueve que fijaban a los centrales, y esos espacios los aprovechaba Adrián que una vez más se movía con una inteligencia asombrosa. El asturiano parece que no está, que el partido no va con él, pero cada vez que algo pasa en el Atleti, se debe a sus movimientos o sus acciones con balón. De esos movimientos, y de la movilidad y acierto en el pase de Diego hoy, se aprovecharon los locales para hacerse con el dominio del partido, y así crear varias ocasiones de peligro ante la meta de Diego López. Tras varias ocasiones erradas, un balón a la espalda del lateral por donde aparecía Adrián acabó con un pase de este para que Falcao (en su sitio) hiciese el primero. Corría el minuto 30 y del Villarreal no había noticias. El Calderón estaba encantado con la actitud defensiva de su equipo y su verticalidad con el balón. 




Se llegó al descanso y Molina planteó una idea nueva. Sustituyó a De Guzmán y Hernán Perez por Mussachio y Castellani. El argentino se situó con Bruno en el mediocampo y Borja se acercó más a Nilmar. Los primeros minutos los de Castellón se hicieron con el balón pero en la primera que tuvo el Atleti, un balón de Diego, que Adrián deja una maravilla balón de tacón a Falcao que es derribado fuera del área. La jugada es rápida y Turienzo se equivoca y señala penalti, que Falcao convierte y acaba con el partido. De ahí al final, el Atlético dominó, Diego hizo un gol tras un gran pase de Filipe, el Villarreal continuó desaparecido. La intensidad de los del Manzanares se mantuvo y Simeone aprovechó para saludar cuando recibía cánticos. La afición criticó menos de lo debido a los dirigentes atléticos, y el equipo de Molina salió muy dañado del Calderón. 
Parece que las cosas comienzan a cambiar en el Atleti. La garra e intensidad defensiva es innegable, y hoy la actitud ofensiva y la capacidad de sus jugadores han demostrado que el equipo puede llegar y jugar con peligro. Pero no se debe olvidar que el Villarreal está en descenso, y que todavía no se pueden sacar conclusiones sobre este equipo, aunque el optimismo ya ha surgido.


David Menéndez
@DavidMenendez14

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