Videoteca + crónica: Zaragoza - Deportivo (Liga BBVA 12-13)
Lo vivido ayer en el Estadio de la Romareda fue tanto verosímil como inverosímil. Primero, un Depor arrollador, que no dejó ni hablar al Zaragoza, y que en 20’ ya había hablado hasta dos veces en el marcador: primero con un gol de clase de Bruno Gama a pase magistral de Pizzi, y segundo, con un gol de Riki precedido de un error gravísimo en la entrega de Zuculini. Era el cero a dos y el asentamiento del frío gélido, ya no solo por la climatología, en las gradas del feudo aragonés.
Pero lo que el fútbol te quita, el fútbol te da. No iba a ser una noche precisamente triste, el destino dictaba que fuera una noche de ensueño, de esas que La Romareda anhelaba desde hace tiempo, era una noche para levantarse y decir, ahora en las buenas, con mucho orgullo que somos del Real Zaragoza. Primero Apoño acortaría distancias desde los once metros (27’) y devolvería la ilusión, y algo de calor, a la gente. Por lo menos, el bocadillo y la coca-cola sería deglutida con otro sabor, con más hambre y con más sed; Bergantiños pudo atragantar a más de uno si su balón hubiese entrado en vez de salir con violencia revotado del larguero poco antes del pitido final.
La segunda parte comenzaría con el protagonismo del árbitro: ¡Cómo no! Ayer le tocaba a Tixeira Vitienes, quien con el reglamente en la mano, echó a Pizzi por simular (claramente) un penalti dentro del área; tenía amarilla por la protesta del penalti cometido por Thiago Pinto que supuso el gol de Apoño en el primer acto. Con diez el Deportivo, que hasta entonces no había estado mal, flojo atrás, pero con carácter ofensivo. Con los gallegos mermados, y esa inflexión del la roja, supremacía maña. El siguiente en matar sería Paco Montañés, que voleó de manera magistral un centro desde la diestra; luego vendría la aparición de Víctor, que con su pierna buena, la diestra, colgaría un balón al corazón del área que Álvaro González prolongaría, no a un compañero, sino al fondo de la red; dato interesante: Montañés y Álvaro marcan los dos goles de la remontada. Aún no se habían estrenado con la camiseta zaragozana. Y con la ventaja ya establecida, tanto en marcador como en terreno de juego, aparecería él, ese tipo poco afable, que si golpea el balón le da igual hacerlo desde Catanbria o desde Murcia, éste siempre va a puerta y es sinónimo de peligro, o sea, de gol. Ayer apartó su virtud del golpeo, para mostrar que la testa también le funciona. Dos goles iguales, casi calcados (con los mismos errores por parte de los defensas deportivistas). Centros perfectos que permiten a Postiga, ya os lo imaginabais, culminar la goleada y poner la manita en el luminoso de la Romareda; Bodipo hizo el del honor en la segunda parte, pero de poco sirvió. Al final, importante acopio de goles, que dejan al Real Zaragoza undécimo con quince puntos, y que arrastran al Deportivo de la Coruña hasta los puestos de descenso, decimoctavo con diez.
Ambos equipos tendrán arduos encuentros la semana que viene: Deportivo recibe en Riazor al Euro-Levante, mientras que el Real Zaragoza viaja hasta el Camp Nou para enfrentarse al FC. Barcelona.
@jorgebados
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