La maldición de Münich, en el último minuto

La derrota del Real Madrid ante el Bayern dejó ver otra de esas grandes noches europeas en las que el ambiente y la mentalidad de los jugadores pueden llegar a tener tanta trascendencia como la calidad de los futbolistas. Venían avisando los alemanes de que eran la bestia negra europea de los blancos y ambos bandos se lo creyeron. No importó que no fuese hasta el minuto 89 cuando Mario Gómez marcase el 1-2 definitivo porque la maldición de Múnich se había palpado ya antes en la superioridad germana sobre el campo.
No presagiaba nada bueno para los merengues el robo previo al partido del equipamiento de algunos de los visitanes. Tampoco la historia que deja al Allianz Arena con diez visitas blancas y un empate como mejor resultado. Mourinho aseguró en rueda de prensa que no merecieron perder pero tampoco hizo méritos suficientes el Madrid para irse con el 1-1 favorable. Su conformismo con las sustituciones se suele pagar caro y el técnico luso ha tenido opciones de aprenderlo en los últimos meses. De nuevo los minutos finales son fatídicos para los suyos.

Partió el Madrid sabedor de que había que vigilar las bandas, por lo que salió en el once inicial Coentrao en detrimento de Marcelo. El portugués, que bailó con la más fea, Ribèry, durante mucho tiempo, estuvo correcto hasta la jugada final y definitiva del choque. El resto del equipo era el once habitual que salieron al campo con respeto por el rival, con Ribèry, Robben y Mario Gómez como bazas ofensivas. El exmadridista no fue el de otras noches, pero el francés y el delantero centro, autores de los goles, crearon muchos problemas a la defensa madridista.

'Scarface' generaba peligro en cada acción que protagonizaba por las bandas pero fue su actuación en el área la que resultó decisivo. Había avisado antes en una caída en el área ante Ramos, que el árbitro, Howard Webb, no señaló como penalti. Poco después, en un rechace tras el saque de un córner, disparó potente entre un bosque de piernas para acabar tocando la red y poniendo el primero del partido. No está exento de polémica el tanto por posible mano y fuera de juego posicional pero sin duda ambas infracciones serían muy complicadas de señalar.

El gol del francés llegaba cuando el dominio del partido había pasado por varias etapas. Su compatriota, Benzema, había marrado una ocasión frente a Neuer, tras una rápida recuperación en mediocampo de Khedira. El 'nueve' blanco fue el mejor en ataque de los suyos, entre otros motivos por el pobre partido que hicieron Di María y Cristiano, que en la primer parte probó suerte sin éxito en faltas y lanzamientos lejanos. Pero las mejores ocasiones siguieron siendo para los hombres de Jupp Heynckes. Schweinsteiger la pegó desviada en un tiro lejano y Müller no acertó ante Casillas en una contra muy clara.

Tras el descanso el balón corría de un campo a otro sin que existiese el mediocampo. Özil, que veía el balón ir de un lado a otro, fue el encargado de levantar a los madridistas de sus asientos. Una mala definición de Cristiano ante Neuer le llegó a Benzema que cedió de nuevo para el portugués. Éste vio la posición de Özil que únicamente tuvo que empujarla para poner el gol blanco, uno de los objetivos de Mourinho.

A partir de ese momento al Bayern le tocaba tirar de orgullo y por ello entró Müller. La reacción en el banquillo blanca fue tapar todavía más la banda derecha alemana, con la entrada de Marcelo y tratar de mantener la posesión mediante Granero. El español logró su objetivo durante poco tiempo y el brasileño se empeñó en presionar sin éxito lo que rompió a los suyos. El estado físico de los de Mourinho no es el más indicado para la recta final que les espera y esto se ve muy definido en los partidos que está cuajando Xabi Alonso. El Madrid, empeñado en que no pasase nada, empezó a cargarse de amarillas.

Poco a poco el campo se inclinaba hacia la portería de Casillas y Mario Gómez quería ampliar su cuenta goleadora en Champions y avisó varias veces. En un cabezazo, un disparo tras error de Ramos y con una caída en el área ante Sergio y Coentrao. De nuevo el colegiado inglés no señaló penalti y otra vez el receptor de una posible pena máxima fue el encargado de marcar. Tras una subida de Lahm por la derecha, dejando a Coentrao en el suelo, su centro le llegó de cara al delantero para a un minuto del final poner el resultado definitivo. Un resultado que el Madrid le sabió a poco por el momento en el que se produjo pero que era justo con los méritos de cada uno. Tendrán que dar los de Mourinho su otra cara en el Santiago Bernabeu para remontar esta seminifinal si quieren volver a Múnich el próximo 19 de mayo.



Ficha técnica:

2 - Bayern: Neuer; Lahm, Boateng, Badstuber, Alaba; Schweinsteiger (Muller, m.61), Luiz Gustavo; Robben, Kroos, Ribery; y Mario Gómez.

1 - Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Khedira, Xabi Alonso; Di María (Granero, m.80), Özil (Marcelo, m.69), Cristiano; y Benzema (Higuaín, m.84).

Goles: 1-0, m.17: Ribery. 1-1, m.53: Özil. 2-1, m.90: Mario Gómez.

Árbitro: Howard Webb (ING). Amonestó a Badstuber (30), Ribery (37) y Lahm (64) por el Bayern; y a Xabi Alonso (55), Coentrao (55), Di María (60), Ramos (76), Higuaín (90) y Marcelo (91) por el Real Madrid.

Incidencias: encuentro de ida de las semifinales de Liga de Campeones, disputado el Allianz Arena lleno, con 70.000 espectadores en sus gradas.