El Barça sufre, gana y no convence...pero se coloca a 5

La temporada pasada, tal y como dijo Tito el sábado en rueda de prensa, el Barcelona empezó a perder la liga en el Reyno de Navarra. Aquella noche en la que Pep consultó una cámara para ver si el gol de Alexis estaba bien anulado o no y Xavi le llamó caradura al árbitro delante de las cámaras, el Barça perdió los papeles y perdió parte de la Liga. Por eso la importancia de este partido era trascendental. Pese a las advertencias de Tito, la defensa azulgrana salió blanda al partido y Cejudo tuvo, a los 30 segundos, un mano a mano que Valdés rechazó a córner. El enfado del de l'Hospitalet era tremendo. Osasuna salió a buscar arriba a la zaga culé, poniendo en problema la salida del balón y jugando con los nervios de Valdés tras el error del otro día frente al Madrid. La afición navarra lo sabía y apretaba mucho cada vez que la tenía el guardameta.

El Barça, poco a poco, fue creciéndose y desarrollando el juego al que nos tiene acostumbrados. Sin Xavi, Iniesta cogió las riendas del centro del campo y Cesc juntaba más las líneas con el ataque. Tello desbordaba continuamente por la banda y Alexis se le volvía a ver tosco, poco fresco. Iniesta fue quien dispuso de las mejores oportunidades para los azulgranas, que perdonaron en más de una ocasión a los de Pamplona. Y claro, ya se sabe que cuando un equipo perdona, el otro marca a la primera. Y así lo hicieron los de Mendilibar. En un desajuste de la zaga azulgrana, Piqué y Alba dejaron solo a Joseba Llorente para que adelantará a los navarros a los veinte minutos de partido. Los de Tito siguieron atacando y perdonando la vida al Osasuna. Tello la enviaba al palo, Iniesta chutaba sin fuerza y Messi no acababa de tener línea de tiro clara. Se llegó al descanso con el 1-0 a favor de los locales.

La segunda mitad empezó con muchas imprecisiones por parte del Barcelona y con un Osasuna volcado al ataque, muy firme en defensa tapando las líneas de pase y con un físico que sorprendía incluso a los más seguidores de los de Mendilibar. Puyol estaba irreconocible, Cesc lento de ideas y Alexis no se iba ni con campo a través. El tiempo corría y el Barça ya no solo no marcaba, sino que no generaba demasiadas oportunidades. Hasta el punto que Nino, tras un error de Busquets al borde del área, pudo hacer el 2-0 y sentenciar el partido pero el esférico se fue al palo. En esa misma jugada, Tito fue expulsado por Muñiz al protestar que Nino hizo falta a Busquets. Tito mandó hacer los cambios entonces. Xavi y Pedro entraron por Cesc e Iniesta con el objetivo de jugar con dos bandas puras (Pedro y Tello), Alexis en punta y Messi de enganche para que pudiera participar más en el juego. Poco tardó esta nueva estrategia en funcionar. En una liosa jugada que empezó con un estorbo del árbitro en contra del Osasuna y con una posición dudosa de Alexis, Messi empató el partido con la punta del pie. A los cinco minutos, Alba centraba raso desde la izquierda y Messi la enviaba al palo izquierdo con un disparo raso y colocado. Minuto 80 y los azulgranas habían remontado el partido en cinco minutos con la entrada del siempre trabajador Pedro y del cerebro de Xavi. Los últimos diez minutos fueron de dominio culé y, salvo alguna jugada aislada del Osasuna fruto de la relajación azulgrana, el partido murió con el golpe de Puyol en su pómulo.

Segunda victoria del Barcelona en esta Liga. Siete goles a favor (cuatro de Messi) y dos en contra. Tito sigue demostrando que ha introducido cosas nuevas: cambios de juego, los córners picados al área no en corto, la libertad ofensiva de Piqué y el mayor provecho de las bandas. Con la derrota del Madrid en Getafe, el Barcelona es líder y ya le saca cinco al eterno rival. Ahora toca Supercopa y luego el Valencia en el Camp Nou.


Miguel Lois 

@MiguelLois