Dorados de Sinaloa; un cuento de hadas dirigido por Cuauthemoc Blanco

 

México vivió el regreso del torneo de copa… cómo en cualquier parte del mundo, se expuso la fortaleza de equipos pequeños al puro estilo del cuento entre David y Goliat. Y en la reedición del torneo nombrado Copa MX, los Dorados de Sinaloa encabezados por Cuauhtémoc Blanco se alzaron con el título en una final memorable. Dos equipos que a través de los años se han ganado su carnet cómo miembros permanentes de la división de ascenso en México, los Dorados de Sinaloa y los Correcaminos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas otorgaron un digno último partido para el Torneo que vio caer a los grandes del fútbol mexicano y que en semifinales ya contaba con puros equipos del Ascenso MX. 

 

 

El juego iniciaba y a los 4 minutos un desborde por la banda derecha por parte del “Cheche” Hernández y un centro (Emulando las jugadas de su padre) para el remate de Lorenzo Ramírez y poner la ventaja para el equipo del Culiacán; los locales vestidos de naranja presionaron y se adueñaron del terreno de juego, hasta que consiguieron un penalti a favor e igualaron por conducto de Rodolfo Espinoza, para este momento ya tenían ventaja en mediocampo por la expulsión de Mario Osuna; así se jugaba una emocionante final de Copa, Cuauhtémoc Blanco recibía patadas, fingía algunas otras faltas y su presencia a pesar de sus 39 años hacia que luciera como los buenos vinos. Roberto Nurse a nueve minutos del final cristalizaba el segundo gol para Correcaminos, la voltereta y la locura se desató en el Estadio Marte R. Gómez. Mientras Sinaloa veía un equipo presionando y luchando por lograr una milagrosa reacción… Corría el tiempo de compensación y el Sr. Blanco cobró un tiro de esquina, poblado de futbolistas de Sinaloa, incluido su portero Alfredo Frausto; un desvío en la pelota y el cancerbero remató de primera intención para empatar el juego a dos; final de película al estilo de Hollywood, pero esta vez protagonizada por un “Portero obrero”, que el 31 de octubre de 2012 vivió el mejor momento de su carrera, luego de ir y venir en equipos de segunda. 

 

Penales directos y la definición de un campeón, Blanco ejecutó como maestro y la tanda llegó al empate a tres goles; el momento de Espinoza quién empató el marcador en tiempo regular, pero las ingratitudes del fútbol le otorgaron el único error desde los once pasos, llegó el décimo cobro con empate a cuatro anotaciones; ahí el portero Frausto agarró el balón con la seguridad necesaria para cobrar un bombazo que cimbró las redes y colocó el cuarto título de los Dorados en la historia, además del tercer torneo en el palmarés de Blanco dentro del balompié nacional, sin duda el mejor homenaje a la excelsa carrera del último ídolo de barrio. 

 

 @zucar0