Partidos desde el banquillo: Real Valladolid 1 - Barcelona B 0

El Valladolid de Djukic emplea un sistema 4-2-3-1 tan usual en la actualidad y que por momentos puede convertirse en un 4-3-2-1 cuando el mediapunta, habitualmente el salmantino Óscar, forma trivote con los otros dos mediocentros, puestos que suelen ser ocupados por el tunecino Mehdi Nafti y por Víctor Pérez.

El filial del Barça utiliza el mismo esquema táctico que los mayores. Eusebio, al igual que Pep Guardiola, ha implantado el 4-3-3 que tan buen resultado ha dado al técnico de Sant Pedor. En ese medio del campo, el mexicano Jonathan Dos Santos es el pivote sobre el cual gira toda la construcción del juego pero debido a su convocatoria con el Barcelona para el Mundial de Clubes, su posición la ocupó Martí Riverola, flanqueado por Sergi Roberto y Rafinha. Para que nos entendamos, Riverola ejercía de Busquets mientras que Sergi Roberto era el Xavi del 'B' y Rafinha el particular Iniesta.

El Barcelona B utiliza la misma estrategia que el Barça. Para sacar el balón jugado ya desde posiciones defensivas, abre a los centrales a las bandas, mientras que los laterales avanzan metros, e incrusta al mediocentro más atrasado, en este caso Riverola, para comenzar a crear.

Como se ve en la imagen uno, para evitar dejar metros al Barcelona B e impedir que pasasen del medio del campo jugando, Miroslav Djukic situó a Nafti y a Víctor Pérez pegados a Sergi Roberto y a Rafinha, de tal modo que corta la línea de pase a la vez que ahoga a Riverola, quien tiene que buscar a los laterales o bien decantarse por desplazamientos en largo. Además, cada vez que el Barça tiene la posesión, los interiores blanquivioletas se meten hacia el centro, para acumular más hombres en la zona de creación, a la vez que la zaga local avanza la línea para dejar con menos sitio libre a los discípulos de Eusebio.

El principal problema es que, superado ya el medio del campo, el Barcelona B tenía tres hombres en ataque que son capaces de inventar una jugada sin necesidad de combinar, Tello y Deuloufeu por las bandas y Jonathan Soriano por el centro y viendo la fragilidad de la banda derecha del Real Valladolid, con Mikel Balenziaga, lateral zurdo jugando a banda cambiada, el habilidoso Tello podría decantar el choque a favor del conjunto blaugrana sin necesidad de tener la fluidez en el medio del campo tan habitual en el filial.

El Real Valladolid se adelantó en una jugada a balón parado -imagen dos-. Jesús Rueda cabecea dentro del área el balón botado del córner y su pase deja sólo a Óscar, que remata a placer. A partir de ahí llegan los cambios, los del Barcelona para tratar de variar la situación y los del Valladolid para mantener el resultado.

Una de los cambios es la sustitución del mediapunta blanquivioleta, Óscar. En su lugar entra al terreno de juego Javi Baraja, mediocentro defensivo -también lateral diestro y central- que se coloca en el lugar dejado por el salmantino en vez de formar doble pivote con Nafti y adelantar a Víctor Pérez, hombre también habituado a la mediapunta.

Con ese cambio, Djukic buscaba maniatar aún más al F.C. Barcelona B, metiendo a un jugador con más sacrificio defensivo para tapar a Riverola, el objetivo de la mayoría de los pases y el constructor del juego culé.

El encuentro terminó con el 1-0 que había establecido Óscar González. Partido muy táctico, bien planteado por los dos entrenadores y en el que una jugada a balón parado decidió un encuentro muy igualado y en el que la distancia entre ambos equipos en la tabla de la Liga Adelante -nueve puntos al termino del choque.