Nacho Scocco, el regreso del hijo pródigo
Su debut como leproso se produjo un cuatro de abril. De 2004, para ser exactos. En el banco de Newell's, Américo Gallego, el técnico que le brindó la oportunidad para relegar a la suplencia al mítico delantero brasileño, Mário Jardel. Y vaya si lo hizo.
Siempre me costó trasnochar. Más que nada porque después tengo que acortar la mañana de forma drástica, pero nunca me olvido de mi cita con los leprosos de 'El tucán' Scocco. Nacho es un futbolista diferente, marca las diferencias en un campeonato alicaído y marchito como lo es el argentino. Él no está ahí porque no pueda emigrar a Europa, él está ahí porque de verdad quiere.
Delantero de zancada alegre y disparo certero, un nueve poco nueve al que no le angustia salir del área de los cazadores para asestar a su víctima un golpe desde un lugar menos esperado. Cada vez que contemplo a Scocco, es como si estuviera observando al 'Trinche' Carlovich de mi época. Guardando las diferencias, de calidad y posición, claro. Un tipo poco cotidiano, la luz de un equipo tan emblemático como Newell's y de una ciudad tan icónica como la misma Rosario, la cuna de gran parte de las estrellas albicelestes, 'ser rosarino es una manera exagerada de ser argentino' que diría Jorge Valdano.
Tuvo oportunidad Scocco de ir a River Plate o volverse a Europa, donde firmó tres buenas temporadas en el AEK, tras su paso por los Emiratos Árabes Unidos, pero él siempre esperó al club leproso.
Nueve años después de su debut, ayer concretamente, Nacho Scocco se convertía en el máximo goleador de la historia de Newell's Old Boys en la Libertadores con dos grandes goles ante Deportivo Lara.
Dani Rivera
Categoría: Liga argentina, Newells
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