Granada, eternamente agradecida a Fabri

El Fútbol Es Nuestro | 9:57 | jueves, 26 de enero de 2012 | 0 comentarios |

Fabriciano González Penelas, “Fabri”, ha abandonado el Granada CF tras dos años y medio llenos de éxitos y de grandes momentos. Su destitución tan sorprendente como necesaria, tras algún que otro desencuentro con ciertos miembros de la plantilla y el cuerpo técnico. Fabri siempre será recordado por todos los granadinos como el hombre que sacó al Granada CF del pozo de la Segunda B y lo llevó hasta la gloria. Fabri, Granada te estará eternamente agradecida.




Fabri es un hombre sin duda carismático, un auténtico trabajador del fútbol que ha pasado por multitud de equipos, sin muchos éxitos en su carrera, eso hasta que llegó a la ciudad de la Alhambra. Tras algunas injusticias como sus despidos en el Elche o en el Cartagena, Fabri iba a encontrar el lado más alegre del balompié.

Un 22 de marzo, el Granada CF entrenado por Tomé perdía 3-1 en Marbella dando una imagen desastrosa, el objetivo del primer puesto del Grupo IV de Segunda B se alejaba y la directiva de los rojiblancos no se lo pensó, y destituyó al técnico leonés. Los dirigentes del Granada tenían que buscar un sustituto rápidamente, ya que quedaban pocas jornadas para acabar la liga y era indispensable conseguir el primer puesto.

Ese sustituto era Fabriciano González, un entrenador no muy conocido pero que sabía de que iba esto del fútbol. Pina y Cordero llamaron al gallego para proponerle la oferta, y Fabri, sin dudarlo un instante, aceptó; en ese instante se encontraba en Lugo y en cuanto colgó el teléfono fue en coche hasta Granada, demostrando así unas tremendas ganas y una gran disposición para hacer algo grande en tierras andaluzas.

El Granada CF en ese momento era un equipo arrollador en casa, pero que lejos de Los Cármenes bajaba mucho el nivel y no conseguía sacar buenos resultados, ese era el principal objetivo de Fabri, hacer del Granada un equipo competitivo fuera de casa. A su llegada, no convenció mucho, sin un gran currículum y con un juego un tanto “rácano”, parte de la afición desconfiaba de él, pero todo fue sobre ruedas desde su llegada, y llenó a todo el granadinismo de ilusión. El gallego cumplió con su objetivo y clasificó al Granada como primero para las eliminatorias por el ascenso.

El Alcorcón de Anquela sería el rival para el Granada en el Play–Off. Tras un buen resultado en Los Cármenes, los rojiblancos tenían que viajar a Santo Domingo a defender un 2-0. Si por algo había destacado Fabri desde su llegada era por la solidez defensiva del equipo y por los buenos resultados como visitante, y esta vez no iba a ser menos. A pesar de perder 1-0, el Granada sellaba su retorno a Segunda tras más de 20 años de penurias en las divisiones más bajas del fútbol español. Fabri había sido el hombre clave en ese ascenso, desde su llegada el equipo mejoró en solidez y seriedad, y así se vio reflejado el 23 de mayo de 2010, el Granada CF había logrado el ansiado ascenso que le devolvía a la división de plata.
Comenzaba una nueva etapa repleta de ilusión y esperanza para la sufrida hinchada rojiblanca, una etapa corta e intensa que se culminaría en Elche el 18 de junio de 2011, cuando el Granada CF, con un magistral gol de Ighalo, retornaba a Primera División 35 años después. Fabri, de nuevo Fabri, segunda temporada del gallego en el banquillo granadinista (primera temporada completa), y nuevo ascenso para el Granada CF, este quizás menos ansiado pero más emocionante.




Había sido una temporada difícil y larga, a la vez que sorprendente, y que no comenzó nada bien, especialmente para nuestro protagonista, para Fabri. En la tercera jornada de liga, el Granada perdía en Albacete dando una imagen desastrosa, que unida a las dos derrotas anteriores dejaba al equipo en una delicada situación y más todavía a su técnico. Fabri era consciente, y en la rueda de prensa tras el partido en el Carlos Belmonte, el gallego habló alto y claro sobre la actitud de sus jugadores y dejó a las claras que si no cambiaban la situación podía empeorar. Esas palabras podían tener dos efectos, o que los jugadores le hiciesen la cama para que lo despidiesen, o que la plantilla cambiase el chip y diera todo lo posible por sacar adelante al equipo. Pues bien, a partir de ese momento el equipo comenzó una escalada en la tabla que le llevó a ocupar los puestos de Play–Off, dando auténticas exhibiciones en Los Cármenes. Nadie debe olvidar que esas declaraciones de Fabri marcaron un antes y un después en la temporada del Granada, y cómo no, fueron muy importantes a la hora de conseguir el ascenso.

En el Play-Off se vivieron momentos inolvidables y emotivos a la vez, especialmente la tanda de penaltis contra el Celta. Después llegaría el Elche de Bordalás, con el que nuestro Fabri mantuvo sus disputas fruto de la tensión y de lo mucho que había en juego. En el terreno de juego el Granada CF conseguía el ascenso, era un logro extraordinariamente importante para el club, la ciudad y la afición, pero por supuesto, también era algo completamente merecido e importante para Fabri, que al igual que el Granada, tras haber pasado por una multitud de clubes humildes de Segunda, Segunda B e incluso de Portugal, tenía el placer de saborear la parte dulce del fútbol.

Tras el ascenso, se dudó acerca de que Fabri pudiese continuar en el banquillo de Los Cármenes por su inexperiencia en Primera, pero Quique Pina dio todo  su apoyo y confianza al mister gallego, artífice de los dos ascensos. Se avecinaba una temporada larga y no exenta de obstáculos, y que a la larga iba a acabar en su destitución como técnico del Granada. El equipo comenzó mal la campaña, con una alarmante falta de gol, algo de lo que Fabri no tenía la culpa. Poco a poco el equipo se entonó, consiguiendo históricas victorias en el Sánchez Pizjuán o en San Mamés. Hasta después del partido en el Bernabéu, prácticamente nadie dudaba de Fabri, incluso Pina en unas declaraciones dijo que quería hacer del gallego el Ferguson del Granada; pero tras la derrota ante el Rayo, unas declaraciones de Fabri mostrando su descontento con algunos jugadores, no gustaron en la directiva. La abultada derrota en Cornellá, unido a la mala imagen del equipo y a esos supuestos malos rollos, han acabado con el bueno de Fabri en la calle. Ha sido una decisión muy dolorosa, y quizás injusta, pero era necesario un cambio, y por suerte o por desgracia el entrenador es el eslabón más débil de la cadena.




Obviando lo estrictamente deportivo, esta temporada ha dejado varios momentos para el recuerdo, tanto para el Granada como para Fabri. La victoria ante el Athletic de Bilbao en La Catedral nunca la olvidará el gallego. La visita del FC Barcelona de Guardiola a Granada, y las complicaciones que los rojiblancos pusieron a los culés tampoco se deben olvidar. Y cómo no, la visita al Bernabéu con más de 8.000 granadinos en las gradas, el saludo con José Mourinho, sus palabras de cariño, etc. Seguro que Fabri no olvida esos momentos, más aún teniendo en cuenta por los campos por los que ha pasado durante tanto tiempo en Segunda B.

La trayectoria de Fabri, en cierto modo se asemeja a la del Granada CF, muchos años sufriendo abajo, para volver a la gloria en poco tiempo. Esperemos, por el bien de los dos, que esa trayectoria sea parecida, con un Granada CF en Primera y con nuestro querido Fabri entrenando en la Liga de las Estrellas.

Muchas gracias Don Fabriciano por todo lo que ha hecho por este maravilloso club, muchas gracias por sacarnos del pozo y llevarnos a la gloria, muchas gracias por su humildad y saber estar, muchas gracias por defender nuestros intereses hasta el final. Le hace grande el haberse marchado sin una sola mala palabra, agradeciendo todo el cariño de la gente. El Granada CF y su afición nunca lo olvidarán, la ciudad de Granada le estará eternamente agradecida. Gracias Fabri.


Manu Fernández

@Manu_Fdez

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